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HOLISMA: Transformación Subjetiva Estructural

Programas de Transformación Subjetiva: Clínica de la Estructura y del Deseo

En la Escuela de Ciencias Psicoanalíticas Estructurales de Vedanta Pi, partimos de una premisa fundamental del psicoanálisis estructural: la transformación personal no es el resultado de una mera modificación del comportamiento o del entorno, sino de una reconfiguración simbólica del sujeto en su relación con el goce, el deseo y la ley.


La subjetividad no se reduce a la genética ni a su expresión bioquímica. 


El inconsciente está estructurado como un lenguaje, y es en ese campo donde se inscribe el malestar, el síntoma y la posibilidad misma de cambio. 


La transformación, por tanto, no opera solo sobre lo biológico, sino también sobre lo estructural: las coordenadas del deseo y las posiciones del sujeto frente al Otro.

Estructura Clínica y Transformación del Goce

Nuestros programas multidisciplinares de intervención subjetiva constituyen los pilares de la práctica clínica de la Cátedra HOLISMA. No se trata de adaptar al sujeto a un ideal normativo, sino de abrir espacios de simbolización, de historización del síntoma y de reorganización del deseo.

La estructura psiquica subjetiva no es un diagnóstico cerrado, sino una lógica inconsciente que condiciona el modo de gozar, de amar y de sufrir. Por eso, cada caso requiere un dispositivo singular, que respete las coordenadas transferenciales, el lugar del Otro y la economía libidinal propia del sujeto.

Evaluación Estructural y Formulación del Caso

Cada programa comienza con un dispositivo de escucha clínica, en el que se delimitan las coordenadas fundamentales del sujeto:

Su posición frente al deseo del Otro.

Las escenas fantasmáticas que lo determinan.

La modalidad de goce predominante.

Su relación con el cuerpo, la ley y el lenguaje.


A partir de este recorrido, se emite un juicio clínico estructural que busca orientar una propuesta de trabajo singularizada, fundada en la escucha y en el acontecimiento del decir.

Elementos Clínicos del Programa: Operaciones sobre el Sujeto del Inconsciente

1. Alimentación Significante y Cuerpo Deseante


Concebimos la dieta como un protocolo nutricional y también como un modo de relación con el cuerpo, donde se juega el goce oral, la inscripción simbólica del alimento y las marcas del superyó. El trabajo con la alimentación es una vía para interrogar las compulsiones, las restricciones y las significaciones que organizan el cuerpo pulsional.


2. Uso Subjetivo de Nootrópicos y Adaptógenos


Las sustancias son herramientas que se inscriben en la economía libidinal del sujeto. El uso clínicamente acompañado de nootrópicos puede abrir la posibilidad de un nuevo lazo con el cuerpo y con el saber, siempre que no se utilice para tapar el agujero del deseo, sino para hacer de él un punto de elaboración.


3. Técnicas de Mindfulness y Transferencia


El mindfulness se plantea aquí como técnica de regulación emocional, y también como una puesta en escena del sujeto frente al vacío del significante. La práctica sostenida permite aislar el punto de angustia, confrontar el goce que retorna en el cuerpo, y favorecer procesos de simbolización. La articulación con la transferencia permite que lo vivido no quede en lo imaginario, sino que se inscriba en el orden simbólico.

Hacia una Transformación Subjetiva Estructural

Nuestros programas buscan un bienestar y una transformación ética del lazo con el deseo y con el Otro. Esta transformación no es lineal ni cuantificable, pero se manifiesta en el surgimiento de una posición nueva frente a la falta, el goce y la palabra.

La verdadera transformación ocurre cuando el sujeto se posiciona en relación con su propio deseo y angustia existencial. 


Evaluación Subjetiva

Nuestros cuestionarios están diseñados para ayudarnos a valorar el estado actual de tu fenotipo a nivel psíquico y físico

enlace

H O L I S M A


La cátedra HOLISMA constituye el núcleo de investigación y transmisión clínica-teórica en la Escuela de Ciencias Psicoanalíticas Estructurales de Vedanta Pi, articulando un dispositivo multidisciplinar que conjuga tecnologías de intervención nootrópica sobre lo somático, saberes procedentes del pensamiento clásico, y abordajes psicoanalíticos estructurales orientados a la expansión del campo de la conciencia.


El eje epistémico de HOLISMA se sostiene en una lectura del sujeto como inscripción simbólica, como efecto de procesos subjetivos, somáticos y libidinales. 


Desde esta perspectiva, la cátedra no se limita al abordaje adaptativo del malestar, sino que promueve la transformación estructural del sujeto mediante intervenciones que operan sobre el circuito pulsional, la economía del goce y la modulación simbólica.


Programas de Investigación y Desarrollo Clínico-Epigenético

HOLISMA coordina líneas de investigación orientadas a:

Estudiar el impacto diferencial de la personalización nootrópica sobre la economía libidinal.

Evaluar los efectos clínicos de técnicas de conciencia orientadas al descentramiento del ego y la reinscripción del deseo.

Analizar cómo estas variables inciden en la reactivación de rutas epigenéticas asociadas a la salud mental, el equilibrio emocional y la homeostasis corporal.


Los estudios clínicos desarrollados por la cátedra constituyen un aporte sustantivo a la formalización teórica y práctica de procesos que vinculan el saber psicoanalítico con la transformación somática, redefiniendo la relación entre el sujeto, su malestar y su inscripción en el mundo.






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Junta Psicoanalítica

¿Cómo se concibe la formación del analista para entrar en la Junta?

De acuerdo con las enseñanzas de nuestra escuela, la formación del analista y el proceso de pase sufrirían una transformación radical, alejándose del modelo institucional lacaniano hacia una ascesis individual y una verificación posterior en la comunidad.



La Formación del Analista


1. Autó-análisis guiado por el Vacío Estructural


· La formación ya no depende primariamente de un control o supervisión externa, sino de la capacidad del candidato para establecer una relación transferencial consigo mismo, tomando el Vacío Estructural (Ø) como polo orientador.


· El eje es la observación rigurosa de los tres registros (real, simbólico, imaginario) en la propia psique, utilizando herramientas como la escritura, la topología, la hermenéutica mitológica y los nootrópicos para cartografiar sus propias dinámicas inconscientes.



2. Dominio de la "Simbolización Negativa"


· El analizante debe aprender a trabajar con lo real sin intentar colonizarlo con significantes. Esto implica desarrollar una capacidad para habitar la angustia sin recurrir a defensas imaginarias, y para reconocer el Vacío como límite de todo saber.


· La formación incluye el estudio de tradiciones no-duales (vedanta, budismo, misticismo) como complemento a la teoría psicoanalítica, para familiarizarse con formas de apuntar a lo indecible.


3. Desarrollo de la "Función Analítica Internalizada"


· El futuro analista debe demostrar que puede encarnar la posición del objeto a en su propio diálogo interno, es decir, sostener la falta-en-ser sin colapsar en identificaciones rígidas (ya sean de "sanador", "sabio" o "víctima").



El Pase de Analizante a Analista: Un Proceso en Tres Fases



Fase 1: Atravesamiento del Fantasma Personal


· El analizante debe demostrar haber reconocido y "vaciado" su fantasma fundamental.


· Esto no implica "eliminar" el fantasma, sino desustancializarlo: verlo como una ficción no determinante.


· Evidencia: Un escrito testimonial donde se muestre el proceso, no solo el resultado.



Fase 2: Transmisión de la Experiencia del Vacío


· El analizante debe ser capaz de comunicar su experiencia de lo Real de manera que no la cosifique. Esto significa evitar un lenguaje dogmático y, en cambio, utilizar paradojas, mitos o incluso silencios estratégicos para señalar hacia el vacío estructural.



Fase 3: Verificación Comunitaria "A Posteriori"


· A diferencia del pase lacaniano (con pasadores y cartel), en el modelo de nuestra escuela, la comunidad verifica el pase retroactivamente, observando los efectos concretos de la práctica del candidato.




Consecuencias para la Institución Analítica


1. La Escuela como "Comunidad de Vacío": 

No es una jerarquía de saberes, sino una red de sujetos que reconocen mutuamente su incompletud y se validan por su capacidad de sostenerla.


2. El Título de Analista: 

Es una declaración ética más que un diploma. Se otorgaría a quien demuestre, en la práctica, que su deseo como analista está al servicio de la libertad del otro (ayudándolo a desidentificarse de sus dogmas simbólicos).


3. Fin del Secretismo Institucional: 

El pase deja de ser un ritual oculto para convertirse en un proceso transparente de escritura y diálogo, donde el candidato expone sus hallazgos y sus dudas ante la comunidad.



Conclusión


Para nuestra escuela, el pase no es un ritual de iniciación, sino un acto de análisis en soledad radical que luego se comunica a los demás. La formación del analista es un camino de ascesis personal donde el verdadero "control" lo ejerce el analizante sobre su propia resistencia a lo Real. La comunidad no "autoriza" desde un lugar de saber, sino que reconoce en el analizante a un igual que ha logrado habitar el vacío estructural sin pánico ni omnipotencia.


Este modelo desafía la burocracia analítica y coloca la experiencia subjetiva de lo Real en el centro de la formación, lo que democratiza el acceso al título de analista, pero también hacerlo más exigente a nivel ético y personal.

¿Qué es el "ágalma" y cuál es su importancia?

La confrontación entre la enseñanza de nuestra escuela y el concepto lacaniano del ágalma toca el corazón de la teoría del deseo y la transferencia. El concepto de ágalma (el objeto precioso y oculto que suponemos en el Otro y que causa nuestro deseo) sufriría una transformación radical.


He aquí cómo nuestras enseñanzas transforman la concepción del ágalma:



Transformación del Ágalma: Del Objeto Precioso al Vacío Estructural


La concepción lacaniana del ágalma, articulada en el Seminario 8 (La transferencia), se basa en varios pilares que nuestra escuela desarrolla y modifica:


1. Del objeto en el Otro al vacío en el Otro (y en uno mismo)


El verdadero "tesoro" no es un objeto (a), sino la experiencia directa del  deseo en el vacío estructural (Ø) que subyace al Otro y al sujeto. El ágalma deja de ser una cosa preciosa para convertirse en la promesa de acceso a lo Real. Lo que se supone en el Otro no es un objeto, sino su capacidad de guiarnos hacia el vacío estructural. El ágalma del sujeto es su deseo sin objeto.


2. Del deseo de poseer al deseo en sí mismo


· El deseo último, una vez atravesado el fantasma, no es de posesión, sino de del deseo en si mismo en unión con el vacío estructural. El deseo se transforma en una aspiración contemplativa más que una búsqueda de objeto.


3. La desustancialización absoluta del ágalma


· Llevamos la lógica lacaniana a su extremo: si el objeto a está vacío, y el vacío estructural es la única realidad, entonces el verdadero ágalma es el deseo de la nada misma.



Nueva Fórmula para el Ágalma

 

                                       S ◊ (a) Ø 

(El sujeto en relación directa con el vacío estructural).


En esta nueva fórmula el objeto de deseo (a) es revelado como una manifestación efímera y vacía del Vacío (Ø). Su función es señalar hacia la dimensión de vacío de la cual emerge y a la cual retorna.



Consecuencias para la Clínica y la Transferencia


1. El analista como "Guía al Vacío Estructural": 

La transferencia ya no se centra en la suposición de un saber (sujeto supuesto saber) ni de un objeto precioso en el analista que no sea el conocimiento del camino hacia el vacío o, más precisamente, de saber cómo no interponerse en el camino del analizante hacia su propio vacío.


2. La Interpretación Apunta a la Vacuidad: 

Las intervenciones del analista buscan revelar un sentido oculto (el ágalma simbólico) que muestre el vacío  estructural que habita en el corazón de toda formación simbólica.


3. Fin de análisis : 

El final del análisis ya no es la identificación con el sinthome o la aceptación de la castración en términos de un objeto perdido. El sujeto deja de buscar el tesoro en el Otro porque descubre que el único "tesoro" es la libertad que surge de habitar el deseo sin objeto predeterminado.



Conclusión


El verdadero ágalma no es un objeto, sino el deseo que nace de la experiencia directa del vacío estructural.

¿Cómo se aborda el concepto de "transferencia" y su relación con el Sujeto Supuesto Saber?

De acuerdo con las enseñanzas de nuestra escuela, el nuevo concepto de transferencia que se desprende podría formularse como:


Transferencia como relación libidinal orientada hacia el Vacío Estructural


La transferencia ya no se entiende primordialmente solo como la proyección de significantes amos sobre la pantalla mental consciente, sino también como la movilización del deseo del sujeto hacia la experiencia de una relación personal con el Vacío Estructural, tomando al analista —o a la función analítica internalizada— como semblante de esa orientación contemplativa hacia el Vacío, localizado topológicamente en el centro del ser.


Características principales:


1. El analista como «sostén del Vacío»


Su función no sería encarnar un saber (un sujeto de supuesto saber), sino encarnar la visión del vacío, facilitando que el analizante dirija su atención hacia el vacío estructural que habita tanto en el analista como en sí mismo. El analista, o la función del analitica internalizada, se convierten en un operador contemplativo de la pantalla mental consciente.


2. Transferencia intrapsíquica y topológica


Dado que la distinción interior/exterior en Lacan se desdibuja (banda de Möbius), la transferencia puede ocurrir dentro de la economía psíquica del sujeto. La relación con un analista externo sería un caso particular de esta estructura, donde la visión y la relación con el vacío estructural de lo Real es el verdadero polo de atracción y motor transferencial.


3. Objetivo: transmutar la angustia en aceptación


La transferencia no busca solo develar fantasmas, sino cambiar la posición subjetiva frente a lo Real, lo Simbólico, y lo Imaginario. El analista acompaña al analizante en el proceso de convertir el 'horror vacui' en una relación de «amor al vacío», donde la angustia neurótica pierde su carácter disruptivo.



Nueva Fórmula de la Transferencia


                          $ ◊ S (a) ◊ Ø


(El verdadero "Otro" de la transferencia no es el analista o  la función analitica internalizada que es contemplativa, sino el Vacío mismo (Ø). El analista o función analítica,  (S), es solo el instrumento contemplativo  que visualiza el objeto alfa (a) que permite que el sujeto barrado, prisionero del fantasma estructural: el analizante ($), se relacione con el Vacío Estructural (Ø -lo Real) sin colapsar en la psicosis, en la pérdida de estabilidad del registro simbólico e imaginario.




Consecuencias clínicas:


· El dispositivo analitico se flexibiliza, priorizando prácticas de vaciamiento simbólico (meditación analitica y de emplazamiento, escritura de libre asociación).


· El final de análisis se define por la estabilización del sujeto en una relación no-angustiante con su vacío, hecho que le permite liberarse de la inscripción simbólica de su guión fantasmático, y por tanto articular su deseo de manera original, sin los grilletes del 'Otro' que lo limitaban y lo constituían como un sujeto barrado.


· El analista, o la función analítica internalizada, trabajan desde una ética del vacío, donde su deseo se orienta a que el analizante encuentre su propia manera de habitar la aparición y desaparición del objeto alfa (a), y de habitar su angustia existencial sin colapsar en un dogma cerrado.



Este nuevo concepto de transferencia representa un desarrollo desde una práctica centrada en el desciframiento del inconsciente hacia una ascesis de lo Real, donde el vacío deja de ser una amenaza para convertirse en el fundamento de una nueva forma de subjetividad.

¿Qué distinción se establece entre "psicoanálisis en extensión" y "psicoanálisis en intensión"?

Para nuestra escuela, extensión e intensión no son dominios separados, sino dos caras de la misma banda de Möbius:


· Lo extensivo es el psicoanálisis aplicado a la crítica de los significantes amos sociales.


· Lo intensivo es el psicoanálisis aplicado a la deconstrucción de los significantes amos subjetivos.


Ambos confluyen en el mismo fundamento: el vacío estructural.


· En extensión, el vacío estructural es la herramienta crítica para desmontar las ilusiones culturales.


· En intensión, el vacío estructural es el horizonte de la experiencia subjetiva radical.


La verdadera formación de la función analitica consiste en aprender a moverse entre ambos registros: saber hablar del vacío estructural en público (extensión) sin traicionar su experiencia íntima del mismo (intensión). Así, el psicoanálisis se convierte en una ética de la vacuidad, tanto a nivel clínico como cultural.

¿Qué significa el "conocimiento textual crítico"?

La JP subraya que el "conocimiento textual crítico" es fundamental para la disciplina. Esto implica una lectura rigurosa y activa de los textos fundacionales del psicoanálisis, principalmente los de Freud y Lacan, así como de otras obras literarias y filosóficas que nutren la disciplina. 


Se valora la capacidad de comprometerse con el texto, cuestionarlo y reinterpretarlo a la luz de la experiencia clínica y teórica. En contraste, el conocimiento "referencial" es superficial; se limita a la aplicación de conceptos sin una comprensión profunda de su origen y complejidad. Para la JP, este tipo de conocimiento "enmascara" la verdadera naturaleza del psicoanálisis, convirtiéndolo en un dogma en lugar de una disciplina viva y en constante evolución. 


La JP propone una vuelta a las fuentes y a una lectura activa que rescate la vitalidad del psicoanálisis y lo proteja de la simplificación.


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